Tricontinentalidad

Las estrategias del Archipiélago para acercarnos a África a veces se diluyen, aunque estén ahí, detrás de una sucesión de gestos institucionales que no parecen avanzar gran cosa en la dirección adecuada. A menudo la impresión es que se trata de un quiero y no puedo por parte de nuestras autoridades, a las que, salvo contadas excepciones y a pesar de las buenas voluntades, se les nota demasiado que no creen decididamente en que Canarias debe asumir ese papel de liderazgo en las relaciones de Europa y el resto de occidente con el continente vecino.

Muchas cosas están en juego hoy para las futuras generaciones en esta región privilegiada por su situación geográfica respecto a esa inmensa e inmediata masa continental que más pronto que tarde se pondrá en pie, un territorio lleno de riquezas y de posibilidades de futuro que tenemos que vislumbrar para actuar adecuadamente. Si no, que se lo pregunten a Francia, a EEUU o a China.

Teniendo en cuenta que en la actualidad mandan los cauces tecnológicos, es evidente que la globalización de las comunicaciones es cada día más un hecho incuestionable para la interconexión cultural de las regiones del mundo, lo que prodigará toda suerte de convergencias entre los lugares más lejanos y una comunión progresiva hacia la evolución unitaria de la Humanidad.

África es un continente que se abre y que, al mismo tiempo, padece un papel anacrónico en el concierto de las sociedades, debido sobre todo al atraso que sufre precisamente por el ostracismo al que está sometido por los efectos de la rapidez con que evolucionan los mercados y los ingenios en el resto del mundo, que amenazan con arrinconar a las comunidades negras en sus respectivas aldeas.

Hoy quiero romper una lanza a favor de una corporación local, el Cabildo de Tenerife, que, a pesar de serlo, parece tenerlo claro, pues viene, paso a paso, grano a grano, construyendo una relación inteligente con los países cercanos. Esta institución lleva a cabo una labor de compromiso con África y con el futuro que a mí, personalmente, se me antoja muy acertada, porque de una parte pone en marcha acciones de cooperación al desarrollo basadas en aspectos que pueden contribuir al progreso realista de las poblaciones y, de otra, apuesta por engancharse a las sinergias tecnológicas internacionales que desde Europa y América apuntan hacia el continente vecino.

Erre que erre, el Cabildo activó un proyecto de modernización de municipalidades africanas, otros de energías alternativas y una iniciativa experimental para obtener biocombustible en territorios yermos senegaleses, mientras que también ha apostado por incluir la Isla en el tendido de un cable que conecta a África con el resto del mundo y se ha puesto a construir un punto de acceso neutro, el NAPWACI, para la parte occidental del continente africano que puede convertirla en uno de los núcleos distribuidores y de almacenamiento de datos y comunicaciones más importantes del Atlántico.

La pena es que todas las administraciones canarias no caminen de la mano para afrontar una ingente labor que a todos nos conviene poner en valor cuanto antes para cumplir definitivamente con ese reto de tricontinentalidad del que tanto hemos oído hablar en los últimos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario